viernes, 10 de enero de 2014

Hombres de plata y sal

Bueno, todos los que me sigáis en twitter sabréis que estoy comenzando a ver Supernatural. ¿Y de qué va Supernatural? Va de dos hermanos que se meten en un coche mega chulo lleno de armas y se van a buscar a su padre desaparecido, mientras que de camino se cargan a todo monstruo, demonio, fantasma, o bicho raro a secas que van descubriendo. Y hay muchos, no os creáis. Los Winchester han visto más monstruos que lo que hay bajo la falda de Sookie Stackhouse. Y no exagero. Aunque, gracias a todos los cielos, no han visto hada-vampiros mágicos secuestradores que se sienten solos. Y yo digo: "Albricias".
¿Y cuál es el problema? No debería haberlo, ¿verdad? Parece una serie chula, y contiene estirpes malditas con super misiones de las que surgen tíos sarcásticos y divertidos con chaqueta de cuero y talento para ligar. Lo que, como todos sabemos, es algo que a mí me gusta mucho, mucho.

Aysh, bandido, que ojazos tienes.

Pero, ¡oh, el dolor!, ¡oh, el oprobio!, hay una parte mala. ¿Qué se podría hacer cuando dos de las diosas - y no diosas normales, si no que las principales - de tu religión frikinal disienten en un asunto? Algunos diréis que podría probar a elegir yo mi propia opción, y yo os miraré mal porque eso ya lo hago. Mi religión es como el Código de los piratas de Morgan y Bartholomew, unas meras directrices. La decisión final la tomo yo, aunque no lo parezca. Vale, admito que lo raro sería que lo pareciese con mi actitud.
Y claro, ahora pensaréis que entonces no había problema alguno y yo no sabría que deciros, porque sí lo había. ¡Soy nueva en la serie! ¡El tal Castiel no ha aparecido todavía! ¿Cómo sé quién lleva razón?
Y es que, mientras la diosa Magik defiende el destiel y el amor de Dean y Castiel, la diosa Irati defiende el wincest y eso extraño que hay entre los dos hermanos. Claro que yo no quería shippear un incesto, pero es que he leído lo que ella tiene que decir al respecto. Irati. Y convence. ¡No elijo a mis dioses porque sí, son buenos! Irati sería capaz de convencerme de que Lassie y Gus se aman, si quisiese. Y no es que te exponga razones y tú digas: Pos' sí, tiene razón. No, eso sería demasiado fácil. Irati hace poesía con las palabras, Irati es la puñetera reencarnación de Walt Whitman hablando en prosa porque el verso se le hace demasiado fácil para crear belleza. Y lees, y te enamoras de Dean, y de Sam - aunque menos -, y ves una perspectiva romántica y embriagadora a eso de ser un héroe no reconocido que se desliza sobre el asfalto caliente con el maletero lleno de plata y sal tratando de lograr venganza y de acabar con el mal. Es. Un. Hacha.
Me decidí, finalmente, cuando leí Normal, Illinois. Parte I, II, III y IV. ¿Largo? Por favor, Irati no escribe cosas largas. Las cosas largas cuesta leerlas y se hacen pesadas, no te encantan y maravillan. Ella no escribe esas cosas. Cuando acabé, lo tuve claro: no tengo ni puta idea de a quién quiere pasarse por la piedra Dean, pero no es su hermano pequeño. Es decir, Irati lo escribe, y puede pasar en la serie porque es algo muy de Supernatural mezclado con poesía made in Irati que mola más que la poesía normal. Y te encanta. Y ella es del wincest, y te dice que puedes interpretar esa relación como quieras, según el pairing que sigas. Y yo, que ya me había leído otro fic buenísimo suyo acerca del tema en el que no podías elegir, y que me había gustado mucho, no vi wincest hasta la última parte. Y wincest en plan "abrazo". Sólo que esta vez, el "lo abrazó como a un hermano" quiere decir exactamente eso y no lo que quiere decir respecto a Sirius y Remus y su innegable amor.
Vamos, que seáis del pairing que seáis os lo recomiendo muy mucho porque mola un taco.
Pero yo no venía a hablar de esto.
Vale sí.
Pero hay más cosas fuera de mi crisis religiosa sobre esa serie.

Uno de las cosas que más me gustan es el Impala. Un coche antiguo, brillante, pero no brillante como los hacen ahora, si no brillante como si lo hubiesen construido con espejos negros. Tiene asientos de cuero cómodos y desgastados y un maletero que, más que maletero, es un arsenal. Tiene balas de plata, y amuletos que alejan el mal, y estacas, y agua bendita, pero no tiene reproductor de CD. En ese coche se escuchan cosas acorde con su maravillosidad, casetes antiguos con nombres de rock del siglo pasado escritos a mano, metidos en una caja de cartón en la que hay que hurgar para sacar el que quieres. Tiene un volante trenzado, demasiados kilómetros que no aparenta y matrícula de Kansas. Es más que un coche, para los Winchester es lo más cercano a un hogar que poseen. Un Chevy Impala de 1967 que se desliza sobre los asfaltos calientes de todo el país sin que la suciedad del camino ni de los monstruos disminuyan su brillo. Ese coche es la hostia.


Y me gusta que se alojen en moteles cutres con tarjetas de crédito falsas. Y que aunque Dean diga que Sam es el listo de la familia él sea capaz de construir aparatos de alta tecnología con un walkman y que diseñe formas de disparar sal. Me gusta que considere a la familia lo más importante y que 22 años después aun sea capaz de sacar a su hermano de un incendio. Me gusta que considere a su hermano el listo, y que siempre diga que su padre sabría lo que hay que hacer, pero que no sepa darse cuenta de que él es maravilloso. Me gusta que le doliese el que Sam recomendase al niño de los insectos que se fuese a la universidad, y que no pudiese dejar el tema porque él se fue y les dejó solos y aun es algo demasiado doloroso. Me gusta que consiguiese llegar a Lucas, porque él también pasó por eso, y porque también es un niño perdido que tuvo que crecer demasiado pronto en algunos aspectos y en otros se estancó. Me gusta que, por mucho que quiera a su hermano, le ponga violentamente contra la estructura de un puente porque NADIE, NADIE, ni siquiera su familia, va a decir el nombre de Mary Winchester en vano sin que él le de una paliza. Me gusta que tenga miedo a los aviones y tataree Metallica para relajarse. Me gusta que gane dinero en apuestas al billar y timbas de póquer. Y se suponía que esto no iba a ir solo de Dean, pero es que Dean es increíble y yo le quiero mucho.

Mirad que morritos pone... Sí que eres adorable, Dean, sí que lo eres.

Y bueno, los misterios están genial, mezclan mitología y religión con el folclore clásico americano, como Bloody Mary o Hookman -no, no el Capitán garfio ni el Gran Orco Garfio, esos son otros-. El episodio de Bloody Mary me inquietó un poco, aunque yo no dejé de decirles que no hiciesen el lelo, que cogiesen un rotulador permanente y acabasen de escribir el nombre en el espejo, que fue lo que se dejó a medias en vida y lo que le mantiene allí. Pero que le vamos a hacer, necesitaban hacer el lelo para revelarnos que Sam tiene poderes, cosa que NO me gusta. Nada. De nada. ¡La serie mola como está! ¿Por qué tienen que meternos ahora que Sam es el segundo hijo de Dios o el anticristo o algo por el estilo?

"¿Qué tengo superpoderes? Que estupidez, el que no parece humano con lo que mola es mi hermano." Lo sabemos, Sam, lo sabemos. Son ellos los que dudan. Si te consuela, eres mono y caes bien.

Pero, aunque tema un poco como va a desembocar todo el asunto de los superpoderes de Sam, yo seguiré viendo la serie, al menos por ahora. Porque quiero acabar Once Upon a Time antes de seguir con Psych. Y me da miedo continuar con ella porque Neal despreció a su padre y Bella está amnésica y no quiero que Rumple sufra lo más mínimo. Y lo va a hacer. Y no estoy lista para ver eso. Y Dean es mono. ¡Así que todo va bien! =D :3

¡Muerde el boli! ¡Cómo yo! Y, por los dioses antiguos y nuevos, esta imagen me hará soñar cosas bonitas por las que Hookman me asesinaría.

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